15.10.09

Con la Boca Confieso

¿Sabes lo que me encanta de los católicos? Sus catedrales son hermosas. ¿Haz entrado alguna vez en una de ellas? Las detalles son impresionantes. Cada milimetro está cargado con propósito. No soy, ni nunca ha sido una católica, entonces las emociones pueden ser muy diferente para alguién que es 'bien católico' de que lo que me siento cuando entro en una catedral. Me invoca una adoración muy profundo; tengo que hacer algo para espresar mi amor por Dios cuando camino con despacio dentro del refugio de ella. Es algo que conmueve mi corazón.

Una cosa cierta de las caterdrales es que va a ver un confesionario. En un lugar privado la persona descarga toda su maldad. Por fin están libres del peso.

Confesión es parte de mi vida. Los de muchas religiones encuentran consuelo en el acto de confesar sus pecados. Soy una de ellos. Como dije, por que no soy católica mi confesión se parece un poco diferente que la descripción de arriba. Pero aún participo en la confesión. Confesión sirve no solamente para limpiar nuestras consciencias pero también como proclamación. Confesamos lo que creemos. Estas palabras son evidencia de nuestra fe. Es una fortaleza poder confesar.

De alguna manera el espacio y el tiempo que nos separan entre cuando pongo las letras en la pantalla y cuando las lees hay algo de anonimato. Me escondo un poco porque no existe la intimidad de una conversación cara a cara. Hasta pensé en usar un seudónimo para completar el disfraz. Decidé no hacerlo. Pricipalmente, porque vários lectores de estas humildes palabras son personas que conozco. Ellos viven aquí en Cochabamba, y en otras partes y son mis amigos, o mis conocidos por lo menos.

En el interés de la autenticidad decidí hacer que este sitio de web sea lo más honesto posible. Tal véz no vas a conocer todas las partes de mi. Pero las partes que traigo aquí van a ser el verdadero yo. Te prometo no mentir.

Por esto tengo que hacer tres confesiones.

Uso el español para instruir y corregir. Aunque pudiera expandir mis capacidades en el hablar español, prefiero limitarme a los propósitos de la enseñanzas. Fue por esto que aprendí hablarlo. Fue aquí donde me quedé. Lo confieso porque tengo pocos amigos que hablan solamente castellano; mas tengo seguidores, o peor, nada mas que oidores. Creo que esto es un error que he cometido.

No soy buena. Me sorprenda muchisimo cuando escucho Jesús mismo decir, "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios." (Mateo 19:17, Marcos 10:18, Lucas 18:19) Mas allá de ser sorprendida estoy aliviada de la presión de ser perfecta.

Sobrevivo solamente por la gracia y misericordia de Dios. Punto. Las primeras dos confesiones se enfoca en un error y una parte de me humanidad. Esta confesión proclama mi fe y mi única esperanza. Me da fuerza para seguir adelante.

La confesión libera. El otro día entre en uno de estos populares sitios donde puedes escribir tus confesiones y poner como firma: anónimo. Bueno, ayuda hasta un punto, creo. Pero, me atrevo desafiarte hacer tus confesiones con alguién de confianza pero alguién con carne y sangre. Alguién que te escuche, y sigua amándote. Alguién que te pueda decir, 'Te entiendo y eres perdonado.'

Que la gracia y la paz de Dios sean con todos ustedes.

2 comentarios:

Esther Müller dijo...

Angie, antes que nada, gracias por compartir tus ideas y sentimientos con nosotros. Tu nos ayudas a alimentar el espiritu.
En cuanto a las iglesias, dentro de ellas siento una paz indescriptible. No se si son los techos elevados, el olor a flores o mi fe, no lo se ...
Las confesiones no siempre se realizan dentro del confesionario. Eso en Alemania ya no es "obligatorio". Las personas confiesan sus pecados durante la oracion o en una conversacion personal con Dios. Yo hago lo mismo. Es mas, a mi me gustan las iglesias, pero no creo que las mismas sean la unica casa del Señor. Para mi Dios esta en cada niño, en cada flor, en cada gota de lluvia ... en todas partes.

Angie Washington dijo...

Gracias Esther. Me hizo pensar cuando usaste la palabra 'obligatoria'. Me imagino que le esencia de la confesión no permita que sea una obligación. Gracias a Dios que Él nos escucha en todas partes ¿no ve?