12.2.08

¿Cómo Sabemos?

¿Cómo sabemos si hemos perdonado?
Cuando nos recordamos de una ofensa y aunque nos recordemos del dolor hay una cicatriz donde había una herida sangrante en nuestro corazón.

¿Cómo sabemos si somos siervos de Dios?
Cunado alguien nos trata como siervos y no nos enojamos demandando nuestros derechos.

¿Cómo sabemos que hemos escuchado de Dios?
Cuando nos lanzamos en algo y nuestra consciencia no nos corrige. Ojo – hay una diferencia entre la consciencia y los nervios.

¿Cómo sabemos quien es nuestro cónyuge?
Cuando no nos podemos imaginar nuestra vida sin la otra persona.

¿Cómo sabemos la voluntad de Dios?
Cuando abrimos la Biblia. Cuando oramos y nuestro espíritu está despierto. Cuando vemos la creación de Dios y estamos llenados por un asombro inexplicable.

Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28)

9.2.08

Jazmín

Colgada del techo y cubriendo la pared de nuestro patio detrás de la casa había una planta de jazmín. Era una especie de jazmín que solamente tuvo olor en la anochecer y durante del tiempo de oscuridad de la noche. Muy a menudo su fragancia me llamó a mi banco justo debajo de sus ramas salvajes que dejé crecer por todo lado. Al entrar en el otro mundo de la frescura del aire después de un día agotador cerré mis ojos para que la sensación del olor fuerte de las flores tan chiquitas me envolviera llevándome cautiva en su hermosura. Hasta hoy me extraño tales noches.

Vivimos en otra ciudad ahora. Pero cada vez que paso una planta de jazmín su fragancia me agarra y me hace recordar de las numerosas noches cuando encontré renovación en mi pequeño patio.

Pienso que esta flor blanca nos puede mostrar como es que Dios quiere que nos portemos en los tiempos difíciles y oscuros de las vidas de otras personas. Nuestra fragancia de compasión y comprensión puede ser el aliento que necesite alguien para poder superar alguna dificultad. A veces en nuestro dolor simplemente queremos sentarnos sin decir nada estando envueltos de la presencia de una persona que nos ama incondicionalmente. La próxima vez que ves alguien cansado no intentes darle el porque, las obligaciones y los consuelos superficiales. Mejor es que simplemente estés con la persona; tal vez con un abrazo, tal vez en nada más que silencio.

“Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran. Tened el mismo sentir unos con otros; no seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.” (Romanos 12:15 – 16)


8.2.08

Vista Clara

Tolerancia es un atributo de aquella persona que tiene el poder ver mas allá de lo que hay frente de los dos ojos en su carita tan bonita. Pero cuando se trata del tema de la tolerancia siempre surge la pregunta ¿hasta donde tengo que aguantar? Es una buena pregunta. Usualmente las buenas preguntas no tienen respuestas fáciles, tampoco rápidas.

Estaba en nuestro culto de domingo y dejé que mi mente jugaba un poco con estos conceptos de tolerancia, paciencia y aguantar. Entonces llegué a un punto que estaba comparando mis valores y principios con las instancias cuando disculpé algún comportamiento debido a una impresión de que sería bien tolerar tal cosa para el bien estar de todos. Ósea, al callarme acerca de una cosita pequeña actualmente ayudará mas en el largo plazo que mi queja lo hará de corto plazo.

Doy un ejemplo. Si veo en el parque una mamá joven que está con su hijito juguetón de tres años. Y la mamá está gritando a su hijo cada rato: ¡No hagas esto! ¡Ven acá! ¡Te dije que no! ¡Porque yo soy tu mamá, esto es por que! Etc. Y yo, siendo mamá desde hace 10 años, me pongo detrás de ella corrigiéndola y criticándolo en cada momento enfatizando mis puntos sabios con un furioso punto de mi dedo en su hombro. Saliendo de este encuentro tal vez en mi orgullo me sentaría como cumplí con mi deber social. Pero a lo largo plazo hubiera perdido por completo cualquier otra entrada con esta extranjera que piensa que yo soy la extraña. ¿Cuánto mejor sería si yo me acercaría a ella como amiga ofreciendo comprensión y una sonrisa para darle ánimo? Yo tendría una apertura fácil a su corazón para seguir hablándole.

Hay una enseñaza que Jesús da acerca de la tolerancia: ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando tú mismo no te das cuenta de la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano. (Lucas 6:42) Después de una reexaminación honesta de nuestra situación actual podríamos tener la capacidad de corregir a alguien más. Pero yo creo que después de calmarnos para ver nuestras propias fallas vamos a entender más que tal vez esta persona necesita más amor que un juicio.

Esto no quiere decir que bajamos nuestros valores personales. Pero, sí, quiere decir que es necesario que no esperemos que otras personas vivan según los mismos principios que nos costaban arto a aprender. Mas bien el amor tiene efecto de largo plazo.

Ve esto: ¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? (Romanos 4:2) Dios tolera a nosotros.

Tú puedes aguantar y tolerar a los demás si decides ver como sería los resultados eternales de tu manera de tratar con otras personas.