11.6.14

El Primero Será El Último



¿Cómo sabes que una temporada ha terminado? En términos de la naturaleza sabemos que una temporada termina cuando el ambiente cambia. Claro, los expertos pueden darnos fechas específicas que supuestamente marcan el fin de una temporada y el comienzo de una temporada nueva. Sin embargo, todos nosotros sabemos que los efectos graduales, causados por la órbita anual de la tierra alrededor del sol, presta poca atención a los números en nuestros calendarios. 



El primero de junio fue nuestro último domingo  como pastores principales de la Iglesia Cristo Nación. Esta marca importante en el calendario tiene sus propósitos, pero el cambio de nuestro servicio a esta congregación, sigue con los patrones graduales de la naturaleza. Los cambios empezaron algunos meses atrás. Informamos a los líderes de la necesidad de cambiar desde una operación apoyada sobre una personalidad, a un organismo que late con el poder de las relaciones interpersonales. Necesitábamos salir del foco de atención. Pucha, necesitábamos apagar el foco, de una vez. Al final del año pasado les dijimos, que ya no serviremos como pastores de la iglesia y que los ayudaremos con la transición. 

Una parte de la congregación de la Iglesia Cristo Nación




Después de mucha oración y muchas reuniones, identificamos a cinco fieles congregantes como las personas que llevarán a la congregación por medio de esta nueva fase de transición, hacia la instalación de un nuevo pastor. Dos semanas antes de nuestra última semana como los pastores principales, presentamos este grupo a la congregación. El espíritu fue dulce y amigable. Sentimos que hubo un abrazo de aceptación en la iglesia ese día.



Juntos los cinco predicarán, enseñarán, guiarán, y tomarán cuidado de la congregación. Cada uno ha sido miembro de la iglesia por más de tres años. Cada uno ha servido fielmente en algún puesto durante mucho tiempo.  Sobre todo, cada uno ha demostrado por medio de sus palabras y acciones, un amor profundo a Dios y a Su novia, la Iglesia. Estamos en paz con el grupo que consiste de: un hombre anciano que fue un pastor, una mujer anciana que fue pastora y también está ayudando con el comienzo de otra iglesia nueva, una señorita llamada al campo misionero, un joven que canta con los líderes de alabanza, y el hombre que es el líder del grupo de jóvenes. Me encanta que en los cinco hay: hombres y mujeres, solteros y casados, jóvenes y ancianos. Tanta diversidad representa el corazón de un Dios inclusivo. La mano de Dios, y la llamada al servicio, está evidente en cada una de sus vidas. Estoy feliz, agradecida, y me conmueve profundamente su voluntad de asumir el cuidado del cuerpo de la Iglesia Cristo Nación.



DaRonn compartió en su mensaje final a la iglesia, una analogía para ayudar a la gente a ver lo que está pasando. Dijo que ya no sería un jugador en el equipo, pero que ahora será como entrenador “coach” de los líderes, específicamente de los cinco. Una de las primeras decisiones que tomó el grupo esta semana, fue invitarle a compartir una palabra durante el culto del 8vo aniversario de la iglesia. Él aceptó la invitación de compartir este domingo que viene. Al principio yo quería que rechazara la invitación. Veo ahora que es parte del proceso gradual del cambio y estoy en paz con que él comparta para el aniversario.



Nos sentamos en un lugar diferente este domingo pasado. La primera fila era nuestro lugar por muchos años. Ahora que estamos saliendo del foco de atención, yo quería que las personas vieran una manifestación física de nuestros corazones. Permanecemos como parte de la congregación. Unas cuantas personas compartieron su tristeza conmigo, al no verme en la primera fila. Les dije que aun estoy aquí, que aun los amo, y que tienen que fijar su mirada en Jesús como el punto de enfoque. Probablemente nos sentaremos en varias diferentes sillas en las semanas que vienen. Me sorprende como el lugar donde nos sentamos, lleva tanto peso.  



Me siento muy bien acerca de este cambio de temporada. El dulce espíritu en la iglesia hasta ahora, confirma la bondad de esta transición. Por favor, ora por este grupo de personas. Por favor, ora por la familia Washington. El cambio siempre viene con sus incomodidades, lamento por lo que fue, e incertidumbre acerca de lo que será.   



El cambio en la iglesia no es el único cambio ocurriendo. Ahora siento como si hubiéramos en un estado constante de gran transición, durante años. Hay tiempos en que me siento agotada por el proceso. En otros tiempos estoy energizada con la esperanza de las nuevas cosas que hay por venir. En medio de todo, estoy muy agradecida por las personas en nuestro alrededor, quienes extienden su amor incondicional en sinceras maneras tangibles. Me alegra que me permitan ser imperfecta y aun aceptada. Esto me ayuda a ver el amor de nuestro Padre Celestial derramado en nuestras vidas. Espero que cada uno de nosotros conozca la incomprensible gracia y misericordia de Dios. Que Su paz nos acompañe.