12.3.08

Alarma

Cuando yo era joven me costaba un montón levantarme para el secundario. Sonaba y sonaba mi alarma. No fue hasta que mi mamá me llamó de la planta baja, ¡Angie sal de la cama ahora misma!” Sensibilización a la palabrería que existe entre los cristianos está causando que varias personas ya no tengan interés en las cosas de Dios. Sonamos como alarmas ruidosas que sonaban y sonaban; pero no hay nada nuevo en nuestro mensaje. Yo no estoy diciendo que hay que inventar un evangelio nuevo. Solamente estoy desafiando la manera en como acercamos a las personas con el evangelio. Tal vez hay que revisar nuestras estrategias. Volviendo al ejemplo arriba; no fue hasta que recibí algo personal que me moví de la cama. Tal vez las personas que están dormidas a las cosas que ofrecemos despertarían si pensábamos un poco antes que las hablemos. Buscamos una manera de hacer que las buenas nuevas realmente son buenas y son nuevas. Seamos personales e interesados en el bien estar de nuestros seres queridas.
“Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser
como metal que resuena o címbalo que retiñe.”

(1 Corintios 13:1)