8.2.08

Vista Clara

Tolerancia es un atributo de aquella persona que tiene el poder ver mas allá de lo que hay frente de los dos ojos en su carita tan bonita. Pero cuando se trata del tema de la tolerancia siempre surge la pregunta ¿hasta donde tengo que aguantar? Es una buena pregunta. Usualmente las buenas preguntas no tienen respuestas fáciles, tampoco rápidas.

Estaba en nuestro culto de domingo y dejé que mi mente jugaba un poco con estos conceptos de tolerancia, paciencia y aguantar. Entonces llegué a un punto que estaba comparando mis valores y principios con las instancias cuando disculpé algún comportamiento debido a una impresión de que sería bien tolerar tal cosa para el bien estar de todos. Ósea, al callarme acerca de una cosita pequeña actualmente ayudará mas en el largo plazo que mi queja lo hará de corto plazo.

Doy un ejemplo. Si veo en el parque una mamá joven que está con su hijito juguetón de tres años. Y la mamá está gritando a su hijo cada rato: ¡No hagas esto! ¡Ven acá! ¡Te dije que no! ¡Porque yo soy tu mamá, esto es por que! Etc. Y yo, siendo mamá desde hace 10 años, me pongo detrás de ella corrigiéndola y criticándolo en cada momento enfatizando mis puntos sabios con un furioso punto de mi dedo en su hombro. Saliendo de este encuentro tal vez en mi orgullo me sentaría como cumplí con mi deber social. Pero a lo largo plazo hubiera perdido por completo cualquier otra entrada con esta extranjera que piensa que yo soy la extraña. ¿Cuánto mejor sería si yo me acercaría a ella como amiga ofreciendo comprensión y una sonrisa para darle ánimo? Yo tendría una apertura fácil a su corazón para seguir hablándole.

Hay una enseñaza que Jesús da acerca de la tolerancia: ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, déjame sacarte la astilla del ojo”, cuando tú mismo no te das cuenta de la viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano. (Lucas 6:42) Después de una reexaminación honesta de nuestra situación actual podríamos tener la capacidad de corregir a alguien más. Pero yo creo que después de calmarnos para ver nuestras propias fallas vamos a entender más que tal vez esta persona necesita más amor que un juicio.

Esto no quiere decir que bajamos nuestros valores personales. Pero, sí, quiere decir que es necesario que no esperemos que otras personas vivan según los mismos principios que nos costaban arto a aprender. Mas bien el amor tiene efecto de largo plazo.

Ve esto: ¿O tienes en poco las riquezas de su bondad, tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? (Romanos 4:2) Dios tolera a nosotros.

Tú puedes aguantar y tolerar a los demás si decides ver como sería los resultados eternales de tu manera de tratar con otras personas.

No hay comentarios.: