16.12.07

¡Bailaremos!


A mi hijo menor le encanta bailar. Pone una sonrisa en la cara ver al niñito tan pequeñito moverse al ritmo de la música, pues tiene a penas 15 meses. Esta noche él encontró mi CD de música del tango entonces estamos escuchándolo juntos. Él bailando en todo lado de mi cuarto mientras que mis dedos bailan sobre el teclado.

Me está haciendo recordarme de nuestro décimo aniversario de boda el año pasado. Decidimos realizar un viaje inolvidable a la famosa ciudad donde nació el tango: Buenos Aires, Argentina. Allí fuimos con nuestro pequeño bebe porque estaba tomando leche materna todavía. Tal vez fue por esta temprana exposición a la música cálida de este país que a él le encanta bailar. ¿Quién sabe, puede ser?

En las calles de Buenos Aires hay demostraciones del tango. Usualmente es un show que requiere de un equipo de tres. Hay la bella mujer con la cara pintada. Después el hombre que existe solamente para resaltar los bellos movimientos de la mujer. Hay un hombre más que maneja el mini componente de donde sale la música. Él también pase con sombrero en mano recogiendo las monedas de las personas que rodean a los bailarines formando un tipo de tarima. Deben ganar bien por que hay tales bailarines en cada esquina de las calles peatonales.

Mientras que nos paramos para ver a una pareja bailar, sin fallar siempre uno o dos ciudadanos nos susurraron con una cara amarga y aliento de veneno algo como, “¡Esto no es el tango verdadero!”

¿Cómo es que ellos me pudieron decir que no era el tango? Yo estaba fascinada viendo como movieron al ritmo de la música. Una cosa es cierta ¡yo no puedo moverme tal como ellos! Pero esta noche al ver mi hijo me ha dado cuento como es. Es porque ellos han experimentado el verdadero tango. Lo han visto; hasta tal vez lo han bailado. Con esto pudieron hacer una comparación con autoridad.

Me puso a pensar en la gente que nos están viendo como cristianos. ¿Qué están experimentando? ¿Están viendo algunas personas haciendo acciones y señas para ganar algunas monedas y débiles aplausos? lo que son nada mas que muestras superficiales del amor. O ¿están viendo cristianos auténticos y verdaderos? ¿Pueda ser que hay Alguien susurrando en sus oídos, “Tales personas no son cristianos verdaderos”?

La palabra de Dios nos da unas pruebas para verificar la autenticidad de un cristiano. Uno se encuentra en Juan 13:35, “De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.” Yo creo que si verdaderamente demostraríamos el amor de Dios a los otros entonces la gente van a poder distinguir quienes son los cristianos auténticos. Van a estar fascinados al ver la manera en como movimos juntos al ritmo de la gracia de Dios. Y van a admirar lo que una vida pueda ser con Dios.

Ahora, hay personas que están haciendo todo lo correcto con todos los motivos equivocados. Dice en Colosenses 3:23-24, “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.” En vez de pensar, “Yo voy a hacer lo mas mínimo que Dios requiere de mi para que pueda estar seguro de mi puesto en el cielo, pero no me pides nada mas.” Entonces con tal mentalidad estas simplemente poniendo un show superficial para ganarte algunas monedas. Pero, de la misma manera que creo que los bailarines de la calle pudieran (si quisieran hacerlo) bailar un “tango verdadero” como para que sus ciudadanos los respetaran yo creo que tú y yo podemos dejar que el amor de Dios fluye en nosotros de tal manera que amamos a los demás demostrando que somos cristianos auténticos con una expresión autentica del amor a esta generación.

¡Bailaremos!

Compartiendo la existencia contigo,

Angie

1 comentario:

Unknown dijo...

Es interesante el baile. Yo pense alguna vez seria bailarina. Es tan facil moverse segun la musica y cuando no hay musica puede sonar en tu mente y te conectas con ella y te dejas llevar hasta donde quieras ir.
De repente habra un limite; Tiempo, cansancio, un nuevo reencontrarse para plantearse nuevos retos y seguir el baile.
Me gusta lo que dices de dejar el FLUIR DE DIOS en nuestras vidas. Dios es también una persona que disfruta la música, y cuando estamos con el, el quiere llenarnos todo de el, y nosotros estar tan vacios de nosotros mismos, nuestras cargas, preocupaciones-ansiedades, dolencias, limitaciones, etc, SOLO para recibirle.
SER AUTENTICOS ES TAMBIEN GOZAR DE SER LIBRES Y BAILAR, BAILAR.